Hubo, tras la primera edición de 1605, varios intentos de reescrituras del texto cervantino. El caso de Avellaneda, que después de la publicación de la primera parte en 1605, escribió una continuación apócrifa, atestigua este hecho. En la Historiografía Literaria Brasileña se constata un diálogo entre el Quijote y los principales textos de nuestra tradición. Hablo específicamente de la novela Fogo Morto, de José LINS DO REGO, pero antes voy a enhebrar algunas consideraciones, que nos van a permitir comprender mejor la presencia de marcas cervantinas en la novela brasileña.